Blog > Psicologia Sanitaria
¿Cómo «mejorar» puede hacernos daño?
Comparte con:
¿Cómo «mejorar» puede hacernos daño? a priori, esto puede resultar polémico y confuso, cómo una cuestión tan buena como es «mejorar algo» puede resultar iatrogénico para nuestra salud mental.
Mejorar cualquier ámbito o área de nuestra vida, debería de ser un aspecto muy positivo, el problema viene cuando este –noble propósito-, se convierte en afán desmedido por cambiar algo, que muchas veces, no está a nuestro alcance y no podemos cumplir, por lo que se acaba convirtiendo en una condena.
La necesidad evolutiva de crecer, desarrollarnos y mejorar, suponen la ocasión perfecta para generarnos necesidades, dónde muchos oportunistas, encuentran su nicho de mercado para obtener beneficios.
Las redes sociales, son la plataforma perfecta para explotarlo. A través de las comparaciones, nos creamos necesidades, que se convierten en complejos e inseguridades. Eso sí, a cambio de ofrecer una solución, con el propósito de mejorar algo: vender un curso, un producto u ofertar un servicio.
¿Se te ocurre cómo mejorando algo podemos hacernos daño?
Las maneras de hacernos daño, pueden ser ilimitadas, por supuesto, el hecho de querer mejor algo, no es negativo en sí mismo, sino la intensidad con que lo abordemos el propósito o lo que suponga para nosotros.
Algunos trampas recurrentes dónde solemos caer son: el estado físico, la economía, la «maldita libertad financiera» o incluso la propia personalidad…
Veamos con detalle algunos ejemplos:
-Una ambición desmedida por crecer y mejorar en el trabajo, puede alejarnos de otros objetivos vitales, incluso de atender a nuestra propia familia.
–Obsesionarnos por conseguir un físico, unos rasgos o facciones determinadas, puede derivar en un problema de conducta alimentaria o en un trastorno dismórfico corporal. «Sintiendo que no valgo, que tengo que conseguir un cuerpo de terminado, incluso operándome.»
-Correr una maratón para demostrarme a mí mismo (y también a los demás) que soy capaz, pero, si no tienes una buena condición física, te puede causar una lesión crónica de por vida.
-Creer que tengo que tener libertad financiera, hacer inversiones inmobiliarias o invertir en Bitcoin para poder vivir sin trabajar, al punto, que me cuesta (como a la mayoría de los mortales) poder pagar un alquiler o hipoteca.
¿Cómo funciona esta paradoja?
Es muy sencillo, aunque estas pretensiones parecen muy distintas, todas tienen un denominador común, el anhelo o el afán de querer cambiar algo o mejorarlo.
Estas motivaciones, tienen un origen lógico y se sustentan en buen propósito, que no es otro que vivir mejor, solo que a veces, no somos capaces de ver que el coste, puede ser mucho mayor que el beneficio.
Pero, ¿aceptar es conformarse?, ¿conformarse es resignarse?, ¿es malo sentirnos cómodos con lo que tenemos?, ¿son más felices las personas que más se exigen o las que mejor se adaptan?
Pero estas «imposiciones«, hacen que nos sintamos culpables y además de generarnos problemas de inseguridad, pueden acabar haciendo que odiemos nuestra vida, sintiendo una profunda insatisfacción personal, al no poder conseguir las metas esperadas.
¿Cuándo nos hace daño el afán por mejorar?
«Nos hace daño creer que «estar bien» es «conformarse» y que tenemos exigirnos más.»
Cuando preservar nuestra salud mental queda en entredicho. Es el momento de darnos cuenta que “mejorar” nos esta causando un daño, que realmente, no es una mejora, sino más bien, todo lo contrario.
Nos hacemos daño, siempre que existe una discrepancia entre los medios que tenemos y los fines que queremos conseguir. Cuando nos responsabilizamos y lo vimos como un fracaso personal.
Cuando esta corriente de pensamiento, nos hace olvidarnos nosotros mismos, de nuestra verdadera identidad, acabamos descuidando nuestras propias necesidades y nos hace vivir presos de todas las demandas que deberíamos satisfacer, pero que no podemos y acaban originando culpa y frustración.
Si sentimos que tomar un descanso, escuchar música, dar un paseo por la playa, tomar el sol, ver una película o leer un libro, jugar o en esencia vivir, es una pérdida de tiempo, es posible que estemos inmersos en esta corriente tóxica de pensamiento, dónde la productividad se vanagloria de ser culmen de la autorrealización.
«Tenemos baja tolerancia a hacer cosas no productivas; somos esclavos de nosotros mismos.»
¿Qué efectos tiene en nuestra salud mental?
Cuando nos sentimos permanentemente defraudados con nosotros mismos al no podemos conseguir todas las metas que nos proponemos o las demandas sociales, la sensación de fracaso es una constante. Esto se manifiesta muchas veces tratando de controlar en exceso cosas «que no deberíamos» y con problemas de tolerancia a la frustración.
Aunque muchas veces, no lo identificamos como algo negativo o ni si quiera seamos conscientes, estar sometidos a esta presión de forma permanente, no solo nos hace vivir con la sensación permanente de infelicidad, sino que puede afectar a nuestro estado de ánimo.
Además, esto puede ser muy invalidante y el caldo de cultivo para desarrollar problemas de salud mental:
- Problemas de autoestima.
- Malestar emocional
- Ansiedad
- Depresión
- Trastorno Dismórfico Corporal.
- TCA
- Insomnio
Conclusiones
Sin duda, una enorme cantidad de problemas vistos en consulta, derivan de la hiperexigencia y las presiones social que sentimos al no poder cumplir con las expectativas propias o adquiridas.
El afán de superación, el crecimiento personal y la cultura del esfuerzo, si no tiene una orientación clara y un propósito saludable, nos puede reportar daños significativos de los que no somos conscientes.
Cuando cambiamos y dejamos de ser tan exigentes, se dispararán todas las alertas de que algo estamos haciendo mal. Esto nos supone una gran incomodidad y la sensación permanente de que no podemos bajar la guardia con todo lo que eso conlleva.
Muchas veces, todas estas pretensiones, encima son incompatibles entre sí mismas, por lo que originan gran confusión y malestar.
«Pretendemos el trabajo de un magnate de las finanzas, un cuerpo escultural de un modelo de fitness y la calma, armonía y estabilidad emocional de un monje budista.»
«La ambición desmedida por crecer y mejorar puede convertirse en una trampa»
¿Cómo me puede ayudar el psicólogo a orientarme?
Un psicólogo especializado, nos escuchará sin juzgarnos, nos enseñará a detectar los sesgos cognitivos o los errores de atribución de pensamiento, buscando que el planteamiento tenga coherencia y funcionalidad.
Nos enseñará a reajustar nuestras expectativas y redirigir nuestros esfuerzos para que merezcan la pena.
Mediante la restructuración cognitiva de los pensamientos disfuncionales, podremos sustituirlos por otros alternativos y funcionales. Ayudando a generar conductas adaptativas que promuevan un equilibrio entre el presente y el futuro.
Trabajando la aceptación para conseguir que podamos vivir de forma plena y consciente, trazando una hoja de ruta con unos objetivos definidos, claros, ajustados y realistas, disfrutando en la medida de lo posible, acorde a nuestras circunstancias y necesidades.
Sígueme en las redes
Últimas Entradas:
Andrés Herráiz
¡Hola! Mi nombre es Andrés Herraiz, estudié psicología en Valencia y posteriormente seguí ampliando mi formación en la universidad Santiago de Compostela, con la que he colaborado en eventos de difusión científica.
Actualmente, trabajo en mi propio centro Andrés Herraiz – Psicología Valencia, dónde me ocupo personalmente de ofrecer un servicio cercano y de calidad, destinado por y para las personas.
Periódicamente suelo publicar artículos relacionados con temas de salud mental y bienestar emocional en mi blog, si te interesa el contenido, y quieres pasarte por aquí, serás bienvenido/a.
Si quieres conocer un poquito más sobre mí, puedes visitar el apartado sobre mí de la web.
¿Puedo ayudarte?
Si necesitas un psicólogo de confianza en Valencia, y aún no has dado el paso, en mi centro de psicología en Valencia, Andres Herraiz – Psicólogo Valencia, te atenderé personalmente desde el primer momento.
Estoy ubicado entre Benimaclet y Primado Reig, a 2 min de la parada de metro, el club de tenis y los Jardines de Viveros.
Ofrezco tratamiento psicológico de adultos y adolescentes, problemas de pareja, derivados del trabajo y asesoramiento a familias, desde una orientación en terapia cognitivo conductual.
Tras la evaluación, te ofreceré un punto de vista profesional, así como un plan de tratamiento individualizado.
¿Tienes dudas acerca de la terapia psicológica? Ponte en contacto y estaré encantado de ayudarte a resolverlas.