¿Cómo influyen las redes sociales
en nuestra salud mental?

La influencia de las redes sociales en nuestra salud mental, es un tema de actualidad y relevancia con grandes implicaciones para nuestro desarrollo personal y bienestar emocional.

Palabras clave: redes sociales, salud mental, impacto negativo, comparación, ansiedad, FOMO.

No podemos negar que las redes sociales, forman parte de nuestra vida, tanto es así, que han cambiado incluso nuestra forma de relacionarnos.

Aunque aparentemente parece estamos más conectados, realmente, cada día estamos más desconectados que nunca de cosas que realmente son importantes para la naturaleza del ser.

El abuso de las redes sociales, tiene un impacto significativo en nuestra salud mental y bienestar emocional.

En esta entrada del blog de psicología, exploraremos cómo las redes sociales pueden influir en nuestro bienestar psicológico y cómo minimizar los efectos adversos en nuestra salud mental.

Consecuencias negativas de las redes sociales en nuestra salud mental

El tiempo que pasamos conectados a redes sociales, supone gran parte de nuestra vida.

Al final, todo este tiempo que invertimos en «ver a la gente haciendo cosas», nosotros no estamos haciendo nada. Y lo peor no es “no hacer nada”, es sentirnos culpables por pensar que tendríamos que estar haciendo algo…

No se trata de hacer más o menos, se trata de lo que podemos llegar a pensar o inferir. Aunque no seamos muy conscientes, algo cala de todas esas horas de exposición.

Aunque sus efectos, obviamente, no son igual que las adicciones con sustancia, es una de las “drogas” más potentes que han desarrollado: parece inofensiva, tenemos accesibilidad plena, y «aparentemente», es gratis.

1. Comparación constante y baja autoestima

Uno de los mayores problemas de las redes sociales es la tendencia a compararnos con las vidas idealizadas que otros muestran en sus perfiles. Fotografías editadas, logros resaltados y momentos perfectos generan una percepción irreal de la vida de los demás. Esto puede provocar:

• Sentimientos de insuficiencia personal.
• Ansiedad social.
• Baja autoestima.

La comparación constante e injustificada afecta especialmente a los jóvenes, quienes aún están en proceso de construir su identidad. Probablemente, acabamos pensando que «no soy suficiente«

2. Adicción y pérdida de tiempo

El diseño y el algoritmo de las redes sociales, justamente está pensado para captar nuestra atención durante el mayor tiempo posible, lo que puede generar adicción. Esta adicción digital puede llevar a:

• Pérdida de productividad.
• Alteración del sueño.
• Aislamiento social.

Pasar horas desplazándose por los feeds puede reemplazar actividades significativas como el ejercicio, la lectura o el tiempo con la familia.

Las redes sociales, son una droga peligrosa y adictiva, que todos llevamos el bolsillo y podemos acceder en cualquier momento. Representan lo que se conoce como una adicción sin sustancia.

3. Incremento de la ansiedad y la depresión

Estudios han demostrado que el uso excesivo de redes sociales está vinculado con un aumento de trastornos como la ansiedad y la depresión. Factores que contribuyen a esto incluyen:

• Ciberacoso. Las críticas o comentarios negativos en línea pueden dañar la salud mental.
• Miedo a perderse algo (FOMO). La necesidad de estar constantemente actualizado genera estrés y una necesidad constante de estar conectado. Esta suele ser una de las mayores dificultades para regular el uso.
• Sobrecarga de información. El exceso de contenido puede ser abrumador para nuestra salud mental.

4. Dificultad para desconectarse

El acceso constante a las redes sociales, dificulta establecer límites claros entre el tiempo personal y el tiempo en línea. Esto puede:

• Aumentar el estrés.
• Reducir la calidad de las relaciones interpersonales en el mundo real.
• Limitar el descanso mental necesario para procesar emociones.

5. Distorsión de la realidad y expectativas irreales

Las redes sociales a menudo presentan una versión editada y filtrada de la realidad. Esto puede llevar a:

• Expectativas poco realistas sobre el cuerpo, las relaciones y el éxito.
• Sentimientos de frustración al no cumplir con esos estándares.
• Problemas de autoimagen, como trastornos alimenticios o insatisfacción corporal.

¿Qué podemos hacer para reducir el impacto negativo?

Aunque las redes sociales tienen un lado oscuro, es posible usarlas de manera más consciente y equilibrada. Aquí hay algunos consejos:

1. Establece límites de tiempo. Usa aplicaciones que controlen el tiempo que pasas en las redes.

2. Realiza una limpieza digital. Deja de seguir cuentas que generen estrés o inseguridad

3. Fomenta conexiones reales. Dedica tiempo a actividades fuera de línea con amigos y familiares.

4. Sé consciente de tu consumo. Reflexiona sobre cómo te sientes después de usar las redes sociales

5. Plantea alternativas a las RRSS. Remplaza las redes por otras actividades como leer o pintar.

6. Busca ayuda profesional. Si las redes están afectando tu salud mental, consulta a un psicólogo

Consideraciones sobre el impacto negativo de las redes sociales.

Tarde o temprano el algoritmo toma un control sobre nosotros. Pasar en un día festivo, 9 horas haciendo scroll, después de estar toda la semana estudiando o trabajando, no parece muy razonable. 

La anestesia emocional de las redes sociales y el letargo que produce estar bombardeado en piloto automático a montón de información, no es inocuo, tiene efectos perjudiciales para la salud mental.

Al principio puede ser sutil, pero la exposición prolongada, pueden representar un peligro y la causa indirecta o mantenedora de algunos problemas emocionales: ansiedad, autoestima o incluso TCA.

Estamos sometidos a una presión incesante de qué hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo...

Ver a un montón de gente enseñando lo bien que les va, dando lecciones de qué hacer y cómo hacerlo, tratando de vender un producto o servicio o una imagen determinada provoca insatisfacción personal.

Muchas veces, podemos creer que hacemos todo mal o que tenemos la necesidad que cambiar algo, lo cuál, es un negocio muy rentable, porque genera necesidades. Pero es totalmente autodestructivo para nuestra salud mental.

Por no mencionar la impaciencia y la relevancia que le otorgamos a consumir un contenido de forma inmediata y obviamente compulsiva.

Aunque el contenido parezca inofensivo, videos de gatitos o gifs animados, no es lo mismo 5 minutos que 5 horas de exposición, porque seguramente, ese tiempo, lo vamos a quitar a otras áreas importantes.

Lo realmente peligroso que esto parece inocuo e inofensivo, pero no es así y produce daño emocional.

Alternativas a las redes sociales convencionales

Para mitigar o reducir el impacto de las redes sociales convencionales, sujetas a la aprobación o validación en forma de likes, han surgido nuevas propuestas como es el caso de APPlaudable.

Applaudable es una red social que promueve una interacción más saludable, compartir experiencias o generar comunidad, reduciendo el coste o la aprobación social de otras redes sociales.

Conclusión: la influencia de las redes sociales en la salud mental.

Las redes sociales ejercen muchísimo poder sobre nosotros, más del que nos podemos llegar a imaginar. Por eso, es importante ser conscientes del impacto que tienen en nuestra salud mental.

Las redes sociales, son parte de nuestra realidad, pero además, son la plataforma para sostener un negocio multimillonario de marketing y venta online.

Incluso hasta seguir las cuentas «aparentemente saludables” que suben contenido neutro o incluso positivo, a través de la exposición continua puede ejercer presión.

Si establecemos límites y nos enfocamos en buscar conexiones más significativas podemos mitigar los efectos negativos.

Regular el uso de redes sociales, muchas veces, puede ser realmente complicado porque es una adicción y el algoritmo está programado para que pasemos el mayor tiempo posible sin darnos cuenta.

Estas circunstancias favorecen que volvamos al mismo patrón de consumo compulsivo que nos genera culpa, ansiedad y frustración.

Si detectamos que el uso no es razonable, no lo podemos gestionar y nos provoca daño, una buena medida, es desinstalarlas. “a grandes males, grandes soluciones”

Buscar ayuda profesional y contactar con un psicólogo experto puede ayudarte a mejorar la relación.

Invertir nuestro tiempo en propósitos más útiles y sobre todo, menos perjudiciales para nuestra salud mental o emocional, puede ser muchísimo más interesante, aunque sea costoso y difícil de deshabituarnos.