Adicción al Cruising: Psicología
y Tratamiento.

Adicción al Cruising: Psicología y Tratamiento. Descubre qué es el cruising, cuáles son sus efectos y cómo superar la adicción.

Palabras clave: cruising, adicción sexual, psicólogo, terapia, tratamiento, cognitivo-conductual.

¿Qué es el Cruising?

El cruising, no es una enfermedad ni una adicción. Es una práctica sexual que consiste en mantener relaciones sexuales esporádicas con gente desconocida. Normalmente en sitios públicos y poco frecuentados como: parques, playas, estacionamientos, bosques, baños o centros comerciales.

El origen del cruising, se asocia a la represión que principalmente sufría el colectivo gay en una época dónde la homosexualidad estaba perseguida. Estos encuentros furtivos, surgían tanto por el deseo como por la necesidad.

Normalmente, se practica por hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres. Para satisfacer un deseo sexual de forma inmediata, evadirse de la realidad o buscar emociones fuertes.

Esta actividad no se circunscribe únicamente al colectivo gay. Cada día son más hombres que aunque no se consideran parte del colectivo, acuden a estos encuentros con el fin de experimentar nuevas sensaciones, en busca de morbo o por mera curiosidad. También conocidos como «Bud Sex» «heterocuriosos» o «heteroflexibles«.

El cruising, se caracteriza por encuentros sexuales de forma casual y anónima, normalmente fugaces, impersonales y desprovistos de emociones. Por lo que en ocasiones, puede generar sentimientos de culpa, vergüenza o insatisfacción personal.

Cruising vs APPs:

Con el avance de las nuevas tecnologías, han surgido múltiples plataformas que facilitan tener encuentros sexuales de forma casual y prácticamente inmediata. Esto hace que el cruising no sea una necesidad, sino una fantasía.

«Con los riesgos que esto puede conllevar, tener un encuentro sexual (hombre-hombre) pueda llegar a ser más fácil que pedir un globo, por lo que puede resultar realmente adictivo«.

Aunque la diferencia no es mucha, desde el cruising, sentimos movernos bajo el paraguas del anonimato, sin ataduras, ni sentirnos juzgados y podemos satisfacer nuestro instinto sexual de forma inmediata.

Sobre todo, además del morbo, la inmediatez, se siente más fácil evitar o prevenir el rechazo, ya que no existe la necesidad de exponer nuestras fotos o nuestra intimidad, ni tenemos que esperar, por poco que sea.

Como no podía ser de otra forma, existen apps que facilitan estos encuentros sexuales, facilitando incluso la ubicación en tiempo real de personas que desean tener sexo, siendo más fácil establecer el contacto para mantener relaciones sexuales esporádicas con desconocidos. También existen chats o webs dónde se intercambian localizaciones para tener encuentros sexuales furtivos.

¿Por qué el cruising es adictivo?

«El cruising es una conducta de búsqueda de emociones, que permite jugar con el límite entre lo prohibido y lo realizable, trasgredir las normas, sentirse vivo, deseado, coquetear con el temor a lo desconocido o el morbo a ser descubierto».

El curising puede ser una adicción sexual sin sustancia. En nuestro cerebro, sucede algo muy parecido a cuando consumimos una sustancia, buscamos obtener placer de forma inmediata y esto genera adicción.

Las personas que practican cruising, refieren que aunque no les gustaría depender, muchas veces, les resulta difícil no hacerlo. La «desconexión moral», puede con el compromiso o incluso los propios valores, para buscar una vía de escape que nos de placer inmediato, permita evadirse de realidad, sentirse deseado y poder dar rienda suelta a nuestros instintos más primarios.

¿Siempre es placentero practicar cruising?

Rotundamente no, lo cierto, es que si esto fuera así, no tendría connotaciones negativas, no causaría sufrimiento emocional y no tendríamos la necesidad de vivirlo como una adicción o algo iatrogénico.

Cada vez aumentan son más los casos de personas que acuden a consulta solicitando ayuda psicológica para superar la adicción al cruising.

Efectos adversos del cruising:

A algunas personas, les puede parecer una actividad placentera, estimulante e incluso morbosa, pero, sin duda, no está desprovista de riesgos. Lo que puede suponer un coste elevado y generar gran adicción.

El cruising, esta estrechamente relacionado con el control de impulsos y la gestión emocional, la inmediatez y la gratificación inmediata que sustentan en gran medida las adicciones.

Algunos efectos adversos del cruising son:

• Baja o nula tolerancia a la frustración (miedo al rechazo).
• Problemas de autocontrol y gestión emocional.
• Deseo sexual compulsivo.
• Apego inseguro, celos o desconfianza.
• Autoestima (pensar imposible relación afectiva sexual sana fuera del cruising).
• Sensación de profunda soledad, apatía o vacío existencial.
• Culpa (resaca emocional).
• Dependencia.
• Sentimiento de despersonalización.
• Dificultad para mantener relación estable.
• Exponerse a conductas de riesgo asociadas.
• Vulnerabilidad (posibilidad de robos, agresiones y amenazas).

Impacto del cruising en nuestra salud mental:

• Malestar emocional
• Depresión.
• Ansiedad.
• Autoestima.
• Insomnio.

¿Cuándo supone un problema el cruising?

Cada uno es libre de vivir, experimentar y disfrutar su sexualidad como mejor estime conveniente. Siempre que no suponga un problema, afecte, ni tenga consecuencias negativas para terceras personas.

El cruising puede convertirse en un problema cuando:

• No es una forma de disfrutar, sino, una forma de evitación o evasión de la realidad.
• Cuando no hay control sobre el mismo (se convierte en una necesidad).
• Genera problemas de autoestima (sensación de culpa y malestar).
• Acepto los elementos de riesgo que se pueden dar (mayor exposición, más riesgos).
• Incapacita o dificulta poder tener una relación de pareja estable.
• Me avergüenzo de mis acciones, tengo que mentir o ocultar mi conducta.
• Afecta negativamente a terceras personas.

¿Cómo superar la adicción al cruising?

Superar la adicción al cruising, no siempre es fácil. El primer paso y si cabe, el más importante, es tomar consciencia del problema y tener voluntad de superarlo. Esto, por supuesto, exige renuncias, requiere de trabajo personal, un compromiso firme, constancia y sacrificio.

• Reconoce el problema.
• Busca apoyo.
• Identifica los desencadenantes.
• Establece límites.
• Busca actividades alternativas.
• Aprende a manejar las emociones y el estrés.
• Establece metas y recompensas.
• Evita situaciones de riesgo.
• No te desanimes.
• Consulta con un profesional.

¿Cómo me puede ayudar un psicólogo con una adicción sexual?

Buscar la ayuda de un profesional especializado en terapia cognitivo-conductual, puede ser un recurso de apoyo interesante para aprender a manejar y superar la adicción sexual al cruising.

Al contar con la ayuda de un psicólogo especialista en adicciones, podemos encontrar un espacio seguro dónde hablar sobre nuestras inquietudes e intimidad, sin miedo a sentirnos juzgados o estigmatizados.

• Psicoeducación emocional (aprende a identificar y a gestionar las emociones).
• Información sobre la adicción sexual (ayudar a comprender el funcionamiento de la adicción).
• Comprender e identificar el origen y las conductas mantenedoras de la adicción.
• Reconocer y valorar el impacto del cruising en nuestra vida.
• Identificar las excusas y los sesgos cognitivos que nos dan permiso para llevar a cabo esta conducta.
• Fomentar las conductas alternativas y desarrollar estrategias de autocontrol.
• Detectar situaciones de riesgo y trabajar la prevención de recaídas.
• Acompañamiento en crisis.
• Derivar o colaborar con otros profesionales o colectivos especializados.

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