Convivir con el
trastorno obsesivo compulsivo

Convivir con el Trastorno Obsesivo Compulsivo, puede generar sufrimiento, tanto en primera persona, como para el núcleo más cercano, y el entorno más próximo, la familia.

Palabras clave: trastorno obsesivo, trastorno obsesivo compulsivo, pensamientos intrusivos, terapia cognitivo-conductual.

¿Qué es el Trastorno Obsesivo Compulsivo?

El Trastorno Obsesivo o Trastorno Obsesivo Compulsivo, es algo más que tener ciertas manías de orden o hacer comprobaciones recurrentes.

Pueden ser pensamientos, impulsos o imágenes mentales que se repiten y que son intrusivos, no deseados y provocan ansiedad en la mayoría de las personas. Obsesiones frecuentes son:

• Temor de perder el control sobre su propio comportamiento.
• Sentirse invadido por cualquier preocupación diaria o cotidiana.
• Pensamientos agresivos hacia los demás o hacia uno mismo.
• Pensamientos no deseados, prohibidos o tabúes relacionados con el sexo, la religión o algún daño.

Puede haber muchas variedades en el TOC aunque puedan manifestarse de forma distinta.

• TOC de contaminación
• TOC de repetición
• TOC de orden y simetría
• TOC de duda y comprobación
• TOC de pensamientos intrusivos

La fobia de impulso, sería otra variante del TOC caracteriza por el miedo irracional a perder el control y realizar actos agresivos o peligrosos, a pesar de no tener la intención real de hacerlo.

Todas cumplen criterios comunes. Principalmente la necesidad de control, la duda o el manejo de la incertidumbre, el malestar que esto puede suponer y la necesidad de liberarse de él.

¿Por qué se produce el TOC?

No tiene por qué haber una sola causa en etiología del Trastorno Obsesivo Compulsivo, la genética, las variables biológicas, la química cerebral (desequilibrios en neurotransmisores) o las experiencias traumáticas o eventos estresantes pueden desencadenar o empeorar los síntomas del TOC.

Principales síntomas del TOC

• Pensamientos intrusivos
• Miedo perder el control y necesidad del mismo
• Conductas mantenedoras
  • Conductas de seguridad (reasegurarían, comprobación)
  • Conductas de evitación
• Compulsiones mentales/físicas (repetir frases internamente, rezar para “cancelar” un pensamiento revisar mentalmente si uno es una buena persona…)

*En algunos casos puede tener una manifestación más motora, en otros mayor componente obsesivo o mental. Trastorno Obsesivo Compulsivo (puro «O»).

Según los criterios Diagnósticos del Manual Diagnóstico DSM.  Los síntomas descritos:

• Consumen tiempo significativo. (más de una hora al día)
• Causan malestar clínicamente significativo o interfieren con la vida cotidiana. En el trabajo y las relaciones.
• No se deben al uso de sustancias ni a otra condición médica.

¿Qué está en la base de este Trastorno?

Como veíamos, además de las bases genéticas, el ambiente y el de la propia historia de vida.

 En la base del Trastorno Obsesivo, estaría el miedo o la necesidad control (y percepción de caos), la búsqueda de seguridad (validación) y también, aunque en menor medida, el temor o la presión de no cumplir con unas expectativas autoimpuestas.

Paradójicamente, debido al miedo recurrente a perder el control de la situación, vivimos instaurados en el más absoluto de los miedos.

Errores Frecuentes.

A veces, queremos a toda costa evitar el malestar, pero en el TO, en contra de lo que podríamos pensar, no debería de funcionar igual.

Muchas veces, la parte “C” Compulsión del Trastorno Obsesivo (Compulsivo) parece invisible, pero existe y suele ser, la necesidad de buscar una solución que nos alivie la sensación de malestar de forma inmediata.

En esta huida continúa del malestar, no conseguimos encontrarnos mejor, al contrario, acentúa el malestar y nos hace sentir desprovistos de recursos, deteriora la confianza y con ello afecta a nuestra autoestima.

• Solucionar la preocupación inmediata. “Parchear”.
• Acudir, necesitar o depender de la validación de los demás. “reaseguración”
• Esperar que todo el mundo entienda o comparta al mismo nivel la preocupación.
• Sentimiento de soledad e incomprensión.
• Aumentar la autobservación.
• Culpa. (sentirnos mal por estar mal)

¿Cómo mejorar mi relación con mis pensamientos?

Algo fundamental, es entender el TOC y aprender a relacionarme con él, perderle el miedo. No se trata de tener que cambiar o luchar contra algo, sino de aceptarlo y aprender a gestionarlo de la mejor manera posible.

A través de la psicoeducación, podemos detectar y conocer en qué consiste este trastorno y sobre todo, conocer los patrones, identificar nuestras emociones y buscar estrategias que me ayuden a tomar distancia del bucle obsesivo.

Aprender a leer la preocupación. Pasarle el filtro o someterla a análisis. ¿esto es una preocupación racional?, ¿esta alimentada por el TOC?, ¿merece de mí esta implicación?, ¿cuánto tiempo de dedicación a la preocupación?

Cambio de perspectiva

 En el tratamiento del TOC, el objetivo, no debería centrarse, que desaparezca lo que nos ocasiona malestar de forma inmediata o temporal. Sino más bien, el abordaje debe consistir en aprender a convivir con él, que nos cause el menor daño posible para que podamos ser personas autónomas y funcionales.

El Trastorno Obsesivo, mejora, en el momento que entendemos bien que no se trata de correr para que no nos pille, sino que tratamos de entenderlo y no alimentarlo. Para ello, debemos, tolerar cierto grado de malestar.

Algo que tenemos que aprender del TOC es que el alivio inmediato de las preocupaciones, no mejora, sino más bien empeora y alimenta el bucle obsesivo.

Para mejorar nuestra relación con el TOC implica tolerar mayor grado de frustración, soltar control.

Es decir, si cambiamos la forma de procesar y relacionarnos con la información o acontecimientos que nos preocupan, causan daño, malestar e indefensión, también mejorará la forma en la que nos sentimos.

Si las obsesiones no remiten, tenemos que “trasladarlas” a un ámbito dónde no nos perjudiquen, tenemos que llevarlas a áreas dónde no supongan un problema.

Generar ocupaciones, como el deporte o la práctica de cualquier afición es fundamental. Esto generará otras distracciones, hábitos saludables y bajará el nivel de autobservación.

Generar estrategias, para frenar la inmediatez y enfriar la compulsión y mejorar la regulación emocional.

La “reaseguración” la trampa del TOC que perpetúa el bucle obsesivo.

Las reaseguraciones constantes —como decirle a la persona “no va a pasar nada”, “tranquilo, eso no va a suceder”— pueden parecer útiles o compasivas en el momento, pero en el contexto del TOC refuerzan sin querer el ciclo obsesivo-compulsivo.

El cerebro recibe el mensaje de que el pensamiento era realmente peligroso y que necesitaba una respuesta externa para «neutralizarlo». Psicólogo, médico, especialista, amigo o familiar.

Por tanto, la próxima vez que el pensamiento aparezca, la ansiedad será igual o mayor, y la necesidad de compulsión o de reasegurarían también.

Recordar amablemente a la persona que la respuesta no está en buscar certeza, sino en tolerar la duda y seguir adelante a pesar del malestar.

Consideraciones sobre el Trastorno Obsesivo Compulsivo

No se eligen los pensamientos, pero sí se puede entrenar la respuesta

No controlamos qué pensamientos aparecen, pero sí podemos aprender a cambiar la forma en que respondemos a ellos. La terapia (especialmente la terapia cognitivo-conductual) ayuda justamente a eso: a desprenderse del miedo al pensamiento, en lugar de intentar eliminarlo.

2. El TOC no define a la persona

Tener TOC no significa ser “raro”, peligroso o débil. El trastorno no define quién eres, y muchas personas con TOC son inteligentes, sensibles, responsables y profundamente conscientes de su entorno. Lo que ocurre es que su mente está lidiando con un “filtro mental” desajustado.

3. No estás solo/a

Aunque puede sentirse así, el TOC es más común de lo que parece. Según estudios epidemiológicos, afecta aproximadamente al 2-3% de la población mundial. Buscar ayuda no es una debilidad, es un acto de valentía y autocompasión.

4. El TOC puede tratarse con éxito

Con el tratamiento adecuado (terapia y, en algunos casos, medicación), los síntomas pueden reducirse considerablemente y muchas personas recuperan una calidad de vida plena. Lo más importante es no resignarse y saber que la mejora es posible.

5. Evitar no es la solución ***

Muchas personas con TOC caen en el hábito de evitar situaciones o temas que les generan obsesiones. Aunque alivia a corto plazo, la evitación alimenta el ciclo del TOC. En terapia se trabaja justo lo contrario: enfrentar y normalizar los pensamientos para restarles poder.

6. Valida tu experiencia emocional

Es común que las personas con TOC duden de si lo que sienten “vale la pena” atender. La respuesta es sí: el sufrimiento interno, aunque no sea visible, es tan legítimo como cualquier dolor físico. Validar tus emociones es el primer paso hacia el cuidado.

7. Apoyo social informado = clave

Contar con familiares o amigos que comprendan el TOC puede ser fundamental. Educar a tu entorno para que no refuercen compulsiones sin querer (por ejemplo, tranquilizarte una y otra vez).

8. No necesitas tener “todo bajo control” para estar mejor

Muchas personas con TOC buscan la certeza absoluta o la seguridad total antes de actuar. Parte del tratamiento es aprender a tolerar la incertidumbre. No se trata de controlarlo todo, sino de seguir adelante incluso con duda.

Tratamiento del Trastorno Obsesivo Compulsivo

Psicoterapia o terapia psicológica:

la terapia cognitivo conductual especialmente la técnica de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR), que ayuda a la persona a enfrentarse a sus miedos sin realizar los rituales de evitación o comprobación.

La práctica hace al maestro, y no hay mejor forma de combatir los miedos que someterlos a prueba de forma guiada y controlada. Para disminuir la sensación ansiedad que generan.

Algo que será fundamental para una gestión adecuada:

• La actitud y la paciencia.
• Psicoeducación. No podemos intervenir sin entender qué es TOC.
• Identificar las creencias limitantes.
• Detectar patrones de pensamiento obsesivo (el bucle obsesivo).
• Buscar conductas alternativas.
• Restructurar pensamientos limitantes.
• Inhibir o enfriar la respuesta o compulsión. (neutralización, compulsión…)
• Identificar las conductas de seguridad y evitación.
• Reducir y eliminar dichas conductas mantenedoras. (reasegurarían, validación)
• Las reaseguraciones constantes no ayudan, refuerzan el ciclo obsesivo-compulsivo.
• Exposición a elementos temidos.
• Tolerancia a la frustración.
• Buscar estrategias para mejorar la regulación emocional.
• Prevenir y cortar el bucle obsesivo.

Es habitual, sentir que “he mejorado, pero sigo mal” →En la búsqueda del ruido 0 muchas veces, está la trama o el disparador para intensificar de nuevo la angustia y la desesperación.

Exponernos y mejorar es sinónimo de tolerar cierto nivel de malestar e incomodidad.

Ya que esto no es un objetivo lógico, ni realista. No se trata de que esto desaparezca, sino de que podemos llevar una vida plenamente normal y que no nos suponga un malestar significativo.

Tratamiento farmacológico:

Cuando el malestar es continuo y persistente, y la intensidad emocional o de las intrusiones es muy elevada el tratamiento farmacológico puede ser un complemento al enfoque terapéutico combinado para lograr una mejoría clínica significativa.

Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son la primera línea de tratamiento farmacológico del TOC, mostrando una eficacia significativa en la reducción de los síntomas obsesivo-compulsivos.