¿Cómo gestionar el Blocking
o Acoso Vecinal?

Saber cómo gestionar el blocking o acoso vecinal, es clave, para hacer un afrontamiento adecuado de esta forma de acoso. ¿Cómo gestionar el acoso vecinal desde una perspectiva psicológica?.

Palabras clave: blocking, acoso vecinal, hostigamiento, ruido, estrés, ansiedad.

El «blocking» o acoso vecinal es una forma de hostigamiento que ocurre entre vecinos y que puede manifestarse a través de comportamientos repetitivos y molestos.

Este tipo de acoso puede generar un ambiente de tensión y estrés, afectando significativamente a la calidad de vida de quienes lo sufren.

¿Qué es el Blocking o Acoso Vecinal?

El acoso vecinal, conocido también como «blocking», implica acciones intencionales de una o más personas dirigidas hacia un vecino con el objetivo de intimidar, molestar o amenazar la convivencia.

El acoso vecinal puede ser sutil o encubierto (no dejar rastro visible) o explícito, deliberado y manifiesto.

Todas las formas de acoso son desagradables y dolorosas, pero ver amenazada la calma y perturbada la paz del hogar, el sueño o la convivencia, puede resultar especialmente duro y desesperante.

Blocking Sutil

1. Miradas Fijas y Seguimiento Visual:

 Observar al vecino constantemente, lo cual puede ser incómodo pero no directamente confrontacional.

2. Pequeñas Provocaciones:

Hacer ruidos leves y ocasionales (como cerrar puertas con un poco más de fuerza de lo normal), sin que sea una molestia significativa, pero con intención de incomodar.

Befas, mofas, escarnios, muecas…. es una manera infantil de provocar, esperando algún tipo de reacción.

3. Comentarios Pasivo-Agresivos:

 Hacer comentarios indirectos o sarcásticos que pueden parecer inocentes pero que tienen la intención clara de molestar o incomodar al personal.

Blocking Moderado

1. Burlas y Ridiculización:

 Hacer chistes o comentarios despectivos sobre el vecino en público, aumentando la presión psicológica.

2. Interferencias Intencionales:

 Interrumpir las actividades del vecino, como bloquear temporalmente el acceso a su coche o interferir con sus espacios personales.

3. Chismes y Rumores:

   Difundir rumores malintencionados o información falsa sobre el vecino para dañar su reputación.

Blocking Intenso

1. Ruido Intencional y Persistente:

   Generar ruido de manera constante y deliberada (música a alto volumen, golpes continuos) para perturbar la paz del vecino.

2. Notas y Mensajes Hostiles:

   Dejar notas intimidatorias o mensajes ofensivos en la puerta del vecino o en lugares comunes.

3. Vigilancia y Hostigamiento:

   Instalar cámaras apuntando hacia la propiedad del vecino o seguirlo de manera evidente cuando está en áreas comunes.

Acoso Grave

1. Amenazas Verbales Directas:

   Proferir amenazas de daño físico o verbal, creando un ambiente de miedo e intimidación.

2. Vandalismo:

   Dañar la propiedad del vecino (rayar coches, romper ventanas, dañar jardines) de manera intencional.

3. Acoso Físico:

   Enfrentamientos físicos, como empujones o cualquier forma de violencia directa.

¿Qué efectos tiene el Acoso Vecinal?

El hogar debe ser nuestro templo, un sitio seguro, cuando nuestra calma se ve perturbada de manera incesante e intencionada, puede ocasionar daño moral grave en términos de psicología Trastorno de Estrés Postraumático.

La exposición continuada al acoso vecinal, genera daño moral y problemas de salud mental.

Consecuencias psicológicas del acoso vecinal:

• Trastorno de Estrés Postraumático.
• Ansiedad
• Depresión
• Insomnio
• Adicciones
• TCA

¿Por qué hay Vecinos Acosadores?

Por la combinación de muchos factores: psicológicos (problemas de salud mental), sociales (de relaciones o adicciones) e incluso personales (inseguridades o resentimientos), pueden convertir a tu vecino/a en una persona desestabilizada o un acosador potencial y ti en un cabeza de turco.

Factores Psicológicos

-Problemas de salud mental: algunos acosadores pueden sufrir de trastornos de salud mental como, trastorno de personalidad antisocial, trastorno de personalidad narcisista, histriónico, paranoia, manías o adicciones. Esto puede derivar en un comportamiento anómalo, actuar de manera hostil o irracional.

Muchas personas, con este perfil pueden sentir una fuerte necesidad de llamar la atención…

-Sentimiento de inseguridad: las personas inseguras pueden pretender «dominar» o intimidar a otros para sentirse más poderosas y seguras de sí mismas.

Esto actúa como un «mecanismo de defensa», dónde el acosador, cree que está por encima de las normas morales o incluso se ve legitimado para mantener una actitud pueril detrás de una conducta infantilizada.

-Problemas de manejo de la ira: la incapacidad para manejar la ira, la dificultad para gestionar las emociones o el control de impulsos, pueden derivar en comportamientos agresivos o intimidatorios para los demás.

Factores Sociales

-Conflictos No Resueltos: los desacuerdos sobre asuntos vecinales como el ruido, el uso de espacios comunes o diferencias culturales pueden escalar y convertirse en acoso si no se gestionan adecuadamente.

-Dinámicas de Poder: Algunos individuos pueden intentar establecer una jerarquía de poder la comunidad, intimidando a otros para mantenerse en una posición de control.

-Influencias Externas: Factores externos como el estrés laboral, problemas familiares o dificultades económicas pueden exacerbar el comportamiento hostil hacia los vecinos. Envidia o recelos…

Factores Personales

-Historia personal: individuos con antecedentes de haber sido acosados o de haber crecido en ambientes conflictivos pueden replicar estos comportamientos en sus relaciones vecinales.

-Falta de empatía: La incapacidad para ponerse en el lugar del otro y comprender cómo sus acciones afectan a los demás pueden llevar a acoso. Estas personas, suelen mostrar desprecio hacia otras personas.

-Baja autoestima: Las personas con baja autoestima pueden acosar a otros como una forma de elevar su percepción de valor y competencia. Encontrar un chivo expiatorio es una forma de descargar la ira y proyectar la frustración.

Aunque cada caso es distinto, en general, el perfil del acosador vecinal, suele coincidir con una persona con uno estrado de ánimo desestabilizado, carencias afectivas, desestructuración, rasgos de personalidad histriónicos o narcisistas, carencia de empatía, conducta infantilizada, ausencia de responsabilidad moral.

¿Qué hacer para minimizar el Impacto del Blocking?

Para diseñar un plan de acción, tenemos que conocer por qué razón se está llevando a cabo la conducta de hostigamiento o acoso emocional y en función del caso, elaborar un plan de acción.

En términos generales, debemos distinguir entre una conducta molesta y el acoso vecinal (cuando existe la intención de molestar de manera deliberada y continuada).

En primera instancia, la comunicación asertiva y directa sería la primera acción para recuperar la calma. Si está falla, tendremos que valorar emprender otras acciones.

Por la vía legal:

• Recopilar toda la documentación y recabar pruebas.
• Buscar apoyo vecinal otros miembros de la comunidad afectados
• Solicitar cuantos informes fueran necesarios (preferiblemente públicos)
• Implicar a la administración de la comunidad de vecinos.
• Avisar a la policía para que tomen las medidas o mediciones oportunas.
• Consultar un servicio público de mediación vecinal.
• Buscar un abogado especialista en la ley de propiedad horizontal.
• Interponer denuncia.
• Adoptar las medidas de seguridad.

Aunque la vía legal, aunque muchas veces, constituye la última alternativa, a veces, la justicia no funciona como debería, o al menos, como quisiéramos. Enfrentarnos a estos procesos, puede resultar largo, costoso y muchas veces, sin garantías…

Además, existe la complejidad que el acoso, puede resultar tan sutil, que es prácticamente imposible de demostrar. Muchos acosadores, se sirven de la picaresca para no transgredir los límites de la legalidad.

Por desgracia, no existe una respuesta efectiva para muchas situaciones quedan en el limbo de lo legal.

Por la vía psicológica:

En estas situaciones, aunque puede ser muy difícil, no reforzar la conducta indeseada, será clave para que se extinga, así como EVITAR RESPONDER ante cualquier forma de provocación.

«Hay personas que no tienen absolutamente nada que perder e incluso el hecho de -fastidiarte la vida-, puede ser un aliciente, ocasionarles morbo, diversión y/o incluso algún tipo de entretenimiento en su vida.«

Si se produce una escalada del conflicto, y alimentaremos las manías o «el juego«, la motivación por la que se lleva a cabo esta conducta se verá reforzada con mayor probabilidad de que incremente.

Si se juntan factores de personalidad, problemas de salud mental y una nula empatía o respeto por los demás. Tu vecino se lo propone y tú le refuerzas la conducta, la convivencia se hará insostenible.

*Aunque puede resultar tremendamente difícil ante una situación de injusticia clara y manifiesta. Hay que tratar de no personalizar, tener presente que detrás de un comportamiento irracional que no se ajusta a la normalidad, puede esconderse un problema de salud mental o control de impulsos.

Gestionar este tipo de situaciones, puede tener implicaciones graves para nuestra salud mental. Contar con la ayuda de psicólogo especializado, nos podrá ayudar a minimizar el daño o las consecuencias del acoso.

Conclusiones

El acoso vecinal puede variar desde comportamientos sutiles hasta acciones más graves que pueden llegar a afectar significativamente la calidad de vida.

En los casos más graves, el acoso vecinal puede llegar a convertir tu vida en un auténtico infierno, optando incluso por medidas desesperadas como el abandono del hogar.

Buscar ayuda profesional y abordar los problemas de acoso vecinal a tiempo y de manera efectiva, resulta fundamental. Esto requiere una combinación de estrategias de documentación, comunicación, mediación y si es necesario intervención legal.

Fomentar la cultura de respeto y de convivencia pacífica es esencial para mantener un ambiente amable y armonioso en la comunidad.